Injerencias
En el mundo de las relaciones con los medios de comunicación (notas de prensa, ruedas de prensa, portavocía...), como en cualquiera otra actividad de las que desarrolla la Comunicación Corporativa, se suelen producir injerencias con demasiada asiduidad. Los protagonistas de estas injerencias suelen ser miembros de las empresas u otras organizaciones en las que existen departamentos de Comunicación o se contratan.
Lo más normal es que sean los principales responsables de las compañías los que traten de influir en notas de prensa o en otros actos informativos. Es normal. Cualquier director general, consejero delegado o presidente tiene facultades de sobra para influir no sólo en la Comunicación que desarrolla su empresa, sino en cualquier departamento o acción que considere oportuno.
Otra cosa es que sean otros departamentos los que actúen de esa manera, es decir inminscuyéndose en el campo de la Comunicación. Suele ocurrir con las áreas de Marketing, en lo que se refiere a la Comunicación Interna y los Recursos Humanos en lo tocante a la Comunicación Interna. ¿Tolerable? Bajo mi punto de vista, no. ¿Hay que colaborar?, por supuesto que sí, pero luego es cada profesional, en su área, el que tiene la última palabra para llevar a cabo un trabajo de una forma u otra. Y la Comunicación Corporativa, como actividad empresarial, no podía ser menos.
1 comentario:
Las injerencias se producen porque hasta ahora, la comunicación ha sido para muchas empresas una cuestión de aplicar el sentido común en las relaciones que cada área de la compañía pueda tener con sus públicos, internos o externos.
Con ello no quiero decir que una gestión profesional de la comunicación no requiera sentido común. Es la base. Sin embargo, los cambios sociales y tecnológicos han hecho evolucionar la estructura y relaciones de los mercados, que se han convertido en conversaciones (Cluetrain Manifesto)y ha surgido para las organizaciones la necesidad de gestionar la comunicación de forma profesional, porque lo que se espera de ella es que funcione como un instrumento estratégico en manos de la dirección.
Así, las empresas o los directivos que aún no reconocen este gran cambio, continúan creyendo que, en el mejor caso su sentido común y muy frecuentemente su intuición, son suficiente argumento para decidir una acción o estrategia de comunicación, mostrando cierto desprecio por la formación y profesionalidad de los que nos dedicamos a ello.
Y esto nos lleva a los especialistas en comunicación a invertir muchas horas, esfuerzo y creatividad en justificar o intentar vender nuestras propuestas.
Es duro pero yo ya lo he asumido en cierto modo.
Saludos
Mónica
www.elblogdelacomunicacion.com
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