Dialogar por dialogar no sirve de mucho
El gran reto del desarrollo del diálogo como elemento básico de la gestión participativa -propia de la Sociedad del Conocimiento- es lograr ser eficientes con el uso del tiempo, especialmente en el capítulo de la toma de decisiones. Esto es, si para decidir hay que dialogar mucho, quizás lleguemos tarde; y hoy en día la agilidad y la rapidez son factores competitivos fundamentales. No en todas las ocasiones, pero ese es otro tema.
La clave para solventar este 'callejón sin salida' reside en tener una cultura corporativa (construida por valores y mensajes ensenciales muy bien arraigados y aceptados) que nos permita ser eficaces en la toma de decisiones a través del diálogo. De esa manera si, llegado un caso las posturas se enconan, primará lo que diga nuestra cultura corporativa que funcionaría como nuestra constitución. Además, nuestra cultura corporativa/constitución será el pilar seguro que nos permitirá tomar determinadas decisiones cotidianas (muchas) sin la obligación de dialogar. Porque, al fin y al cabo, dialogar por dialogar, para no llegar a ningún sitio, tampoco es que valga para mucho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario