No es una cuestión de si medios tradicionales o nuevos, es una cuestión de lo que quiere el consumidor

Quiero traer aquí un posicionamiento que me ha gustado mucho. Lo leo en el blog de Alan Weinkrantz. La tesis de este post es interesante: hoy en día no nos debe condicionar si, como comunicadores, realizamos una práctica profesional basada en los medios tradicionales o, por contra, en los nuevos medios. La clave finalmente es centrarse en la manera que el consumidor tiene de reunir información, de tomar sus decisiones y de influir en otros.

En este tiempo de transición, de cambio, la Comunicación y Relaciones Públicas tiene que posicionarse claramente por una dirección: si caminar hacia la Comunicación 2.0 ( con más carga por tanto de presencia en el panorama online participativo) o si seguir en un campo de acción en el que prima la típica relación con los medios de comunicación.

En mi caso no hay duda de ningún tipo respecto a qué hacer. Pienso que los comunicadores debemos apostar por el escenario más amplio, el más novedoso y el que, al fin y a la postre, nos ubica en el contexto de cambio de herramientas, de contenidos, de estrategias, de perfiles profesionales, o de contenidos éticos...; un contexto en el que estamos obligados a situarnos en definitiva, dada la progresiva mayor influencia de internet en nuestras vidas.

El hecho es que, ahora desde luego y no sabemos hasta cuando, realmente no estamos obligados a dejar las viejas herramientas y erradicarlas por empezar a usar las nuevas, aunque lo que es obvio es que progresivamente sí se producirá ese movimiento. Lo interesante, de momento, es saber adaptarse y responder adecuadamente a lo que los consumidores nos van planteando.