¿La persona, medida de las cosas?
¿Dan las personas la medida de los puestos, o es al contrario? Esa pregunta es crítica en cualquier organización. Si un, o una, profesional realiza bien sus funciones, es obvio que pone el listón alto. Su trabajo y el de su equipo realza la tarea. Esta relación causa-efecto es normal: un buen director financiero potencia la Dirección Financiera, y lo contrario, un mal director...
¿Qué podemos decir al respecto de la Dirección de Comunicación? Pues que ocurre lo mismo, pero de forma más dramática y radical. Si el director de Comunicación hace bien las cosas, la Comunicación estará de moda, pero si su tarea pasa sin "pena ni gloria", la Comunicación será prescindible. Yo he sido testigo en alguna que otra ocasión de cómo la Comunicación Corporativa ha pasado de tener un importante rango, porque el que la gestionaba tenía reconocimiento interno suficiente, a pasar desapercibida y prácticamente quedar anulada porque su sustituto carecía de ese reconocimiento.
La pregunta que se me ocurre ahora, me remite de nuevo al financiero: ¿será alguna vez poco importante una Dirección Financiera en una empresa, aunque su responsable no sea bueno? La respuesta es no, nunca. Entonces, ¿por qué ocurre así con la Comunicación?
2 comentarios:
Es una buena pregunta
Creo que todo es aplicar la ley de Peter: "en toda organizacion las personas tienden a ascender hasta alcanzar su maximo grado de incompetencia"
No es solo una cuestion de departamentos de comunciacion....
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