¿Existen los éxitos a corto plazo en Comunicación?
La pregunta de este post (pienso) guarda para sus adentros un asunto primordial en la gestión de la Comunicación Corporativa. Es muy probable que en la breve trayectoria de esta disciplina, se haya abusado del 'regate en corto', del 'soluciona todo' (atribuido a la persona de Comunicación en los momentos de crisis, y sonriámos de nuevo)o de las pretendidas influencias ante los medios de comunicación.
La cuestión es que ha sido, y en parte es, muy habitual que el demandante medio de los servicios de la Comunicación entienda que haya que obtener rendimientos muy importantes en el corto plazo. La idea extendida en este sentido es que, si la empresa ha contratado, por ejemplo, a una empresa o a un profesional de la Comunicación, poco más o menos que al día siguiente está garantizada una noticia positiva abriendo las ediciones de los periódicos. Y no siempre es así.
Probablemente las ganas, lícitas por otro lado, de hacer negocio haya alimentado algunas ansias de personas o empresas por conseguir esa varita mágica que arregla los problemas. Es curioso como las compañías aceptan con normalidad el que una campaña publicitaria pueda funionar, o no, pero sin embargo no entienden que la Comunicación pueda fracasar, lo cual (si somos optimistas) podemos entenderlo como que nos valoran en demasía.
Dicho lo dicho hasta aquí, creo que lo más inteligente es erradicar cualquier sueño crónico de resultados a la primera. Eso no existe en la vida común, por qué ha de darse en la Comunicación. Puede que haya, no digo que no, un golpe audaz y que consigamos con ello impresionar a alguien, pero esa política es demasiado peligrosa, ya que no siempre se alinean los planetas del universo de la forma adecuada para alcanzar resultados sorprendentes. Así que practiquemos más el medio y largo plazo. ¿Estamos de acuerdo?
1 comentario:
El medio y el largo plazo no son ni más ni menos que un plan y una política de comunicación, que si son seguidos como guía y marco de toda la comunicación, generan coherencia y por tanto la credibilidad necesaria para reforzar el corto plazo en los días en que necesitamos apagar un fuego.
El problema en las organizaciones, por lo menos en la Argentina, es que el cortoplacismo es un defecto bastante extendido en nuestra sociedad, y eso se ve también en la comunicación que pretende lograr todo "para hoy" e improvisa soluciones.
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