Gestos humanos que demuestran grandes cambios
Me ha gustado el post que Luis Suárez, de IBM, ha publicado en su blog particular. Glosa la fantástica imagen humana que, no sólo demostraron sino que derrocharon, el pasado fin de semana Rafa Nadal y Roger Federer en el Open de Australia.
Las lágrimas del suizo y la comprensión del joven Nadal vienen a decirnos que la fuerza y el poder no están reñidos con los gestos humanos. Relaciona el amigo Luis este acontecimiento con la humanización de los entornos productivos, y apunta en la dirección de cómo los medios participativos nos hacen avanzar por esta línea.
¿Podríamos pensar que las organizaciones o los entornos en los que se trabaja y se relaciona la gente con las herramientas 2.0 son más humanos? Yo creo que, si no al 100%, sí los favorece. El don´t be evil famoso de Google, una de las empresas más importantes de todo el mundo en todos los sectores, en parte nos dice que existe un cambio de prioridades en los valores que presiden las empresas y los colectivos humanos.
Bajo mi punto de vista, existen dos factores que explican esa circunstancia: por una parte, que las nuevas tecnologías 2.0 son por esencia interactivas, plano que pone en el mismo lugar a los interlocutores. Ya lo sabemos. Y por otra, está también el hecho de que la adaptación de los procesos y la renovación de los mismos se establecen sobre bases cooperativas, ya que se ha demostrado que el conocimiento de más gente es mayor que el conocimiento de uno solo.
A veces no sé si este tipo de razonamientos son más bien ensoñaciones. No lo sé. Probablemente haya una mezcla de todo, pero el simple hecho de que nos podamos plantear este tipo de cuestiones, ya me parece un referente muy revelador de los tiempos que vivimos. Al menos en las sociedades avanzadas. Lamentablemente.
1 comentario:
Precisamente la falta de esos gestos es lo que no termiona de convencerme de la nueva y creciente sociedad moderna... No sé, pero así como pienso que la tecnología es la base de la evolución, también pienso que todo tiene un límite, sobre todo cuando va en detrimento de lo humano.
SM
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