Estar conectado va más allá de navegar por internet

La enorme cantidad de páginas webs que hay en el momento actual ( se dice que los buscadores habituales sólo indexan un 25% del contenido existente en la red) y la limitación que en algunos casos representa la capacidad tecnológica son, desde mi punto de vista, las dos características principales que definen el hecho de 'estar conectado'.

Estar conectado, sin embargo, va más allá ( si se me permite ) de tener un ordenador u otro medio con el que navegar por internet, ya que ésa es sólo la condición necesaria para iniciar el recorrido entre webs. Otra cosa es alcanzar la posibilidad de comunicar con otras personas, opción que se colma gracias a la tecnología que permite la interactividad ( los blogs por ejemplo) y, también, gracias a la existencia de un movimiento social que opta por el diálogo y la conversación, denominado, sí, web 2.0.

Pero estar conectado también puede significar participar de aquellas actividades que, por una razón u otra, alcanzan un protagonismo especial. En su día, ser de los primeros que conocieron You Tube era una forma de decir 'eh estoy conectado, estoy a la última'. Participar hoy en You Tube es por supuesto una manera de seguir diciendo estoy conectado a un fenómeno de masas al que cada día acuden millones de personas en todo el mundo.

La dialéctica que se plantea es por lo tanto: estar conectado o no estar conectado como una expresión que, yendo más allá del puro ejercicio de navegar por la red, ejemplifica si las personas o los grupos sociales participan en los procesos principales que van definiendo la realidad de la internet del diálogo.